Por: Anibal Vera Tudela / Twitter: @avtperu2026 / Instagram: @anibalveratudela / Facebook: Anibal Vera Tudela – UDR
De acuerdo a estudiosos de las ciencias políticas, un partido político representa a una parte de la población, la organiza y compite con otras partes presentando candidatos a autoridades para, desde el poder, generar cambios o convertir en realidad reclamos de sus representados.
Según un texto de Moisei Ostrogorski de 1902, los partidos políticos han logrado establecer grandes maquinarias gubernamentales pero han fallado en la representación fidedigna de sus ciudadanos, ¿Increíble, no?. Esto fue escrito en 1902, hoy, casi 120 años después seguimos discutiendo lo mismo, ¿Qué es lo que ha pasado?.
En el Perú por ejemplo la situación a emperorado incluso, los partidos cada vez representan menos a la población, al punto de llegar a la idea de que la política solo es un negocio y que los políticos solo desean ganar dinero, y esto cierto, lamentablemente. En el Perú los partidos políticos representan solo los intereses de sus dueño, sí, de sus dueños, y es que en nuestro país los partidos solo son negocios, ya sea de una persona que pretende tener una cuota de poder para trabajar por sus intereses personales o por grupos que construyen partidos para después alquilarlos o venderlos, (los famosos “vientres de alquiler”).
Vemos como, por ejemplo, partidos como Fuerza Popular o Alianza Para el Progreso (APP) pertenecen a dueños, es inimaginable ver a Fuerza Popular sin Keiko Fujimori o ver a APP sin César Acuña, incluso ver a partidos como Renovación Popular sin Rafael López Aliaga quien “compró” prácticamente Solidaridad Nacional, los mismo pasa con el Partido Morado quienes trataron de engañar a la población mostrando un partido orgánico cuando solo existía una cúpula que gobernaba ese partido protegiendo al dueño, Julio Guzmán.
Partidos tradicionales también sucumbieron a esto, el APRA que contaba con una estructura orgánica a nivel nacional y desarrollaba líderes, terminó por convertirse en el feudo de Alan García y al desaparecer este, desapareció el partido también.
Pregunto entonces, ¿Un partido que responde a los intereses de un solo dueño podrá representar el sentir de un pueblo?.
Unidad y Democracia Republicana nace de este análisis profundo, nosotros hemos considerado que es necesario construir un partido basado en el liderazgo horizontal y coyuntural, sin caudillos ni líderes mesiánicos, un partido con representación nacional donde todos tengan voz y voto y donde se realice la práctica política transparente y democráticamente, estamos hablando de un veradero partido político que perdure en el tiempo y que el liderazgo vaya tomando las postas necesarias y donde se formen los líderes que lleven las riendas de nuestro país. Nosotros lo necesitamos, el país lo necesita.